Tema seleccionado la formación del Estado Moderno en la época de los Reyes Católicos
Todos alguna vez hemos escuchado hablar o hemos estudiado algo sobre los Reyes Católicos de España, por ejemplo como protagonistas del proceso que concluye con el descubrimiento de nuestro continente. En esta ocasión, los invitamos a recordar y tener presente sus conocimientos previos sobre este tema, tal vez ya lo estudiaron durante el Polimodal, o rescatando ese pozo, ese fondo que son las transmisiones cultural que nuestro entorno va dejando en nosotros.
A continuación comenzaremos a trabajar juntos el contenido del tema, y las lecturas sugeridas. En los siguientes contactos, vamos a compartir una serie de prácticas que nos permitirán avanzar juntos en la comprensión y aprendizaje de estos interesantes temas. No dejen de anotar durante la lectura, las dudas o sugerencias que el tema nos provoca, serán muy útiles como herramientas de estudio. ¡Adelante y a disfrutar del estudio!
1. El tema del Estado
“Si entendemos como Renacimiento una fuerza que pretende y crea algo nuevo, y que por ello, se encuentra en los umbrales de la Edad Moderna, hemos de concluir que esa fuerza se manifiesta clara y distintamente en la nueva atmósfera política” Cit por Cepeda Adán p. 13 Werner Naef.
Con esta cita de Werner Naef queremos comenzar nuestra clase, remarcando el sentido de novedad y creación en lo político, que se manifiesta en las diversas realidades políticas europeas. Esta idea no contradice que muchos elementos que se ponen en juego, tengan profundas raíces político -jurídicas cristianas, medievales y hasta del imperio romano.
En el Occidente europeo uno de los casos más típicos del establecimiento del nuevo orden político y estatal se registra en la Península Ibérica.
Existía un anhelo entre los intelectuales sobre que los Reyes de Castilla renovarían la integridad del Glorioso reino de los Godos en España; eran herederos directos de Alarico, gracias a las alianzas matrimoniales. La unidad cultural y la trayectoria histórica colaboran a ese anhelo de unidad y además en la Península Ibérica, permanece el espíritu de cruzada (Bula de 1455, indulgencia para el que aporte $ y a los difuntos) Como elemento aglutinante, el tema de la Reconquista debe ser considerado en primera línea.
¿Pero acaso este nuevo orden se puede asimilar al concepto moderno de estado? Se ha discutido si existió realmente un Estado en este periodo. El suizo Walter Naef, defensor de esta idea, ha realizado un notable esfuerzo de sistematización del proceso constitutivo del estado, cuyo nacimiento sitúa a mediados del siglo XV, y cuyo proceso se iría realizando lentamente hasta alcanzar un momento decisivo de su evolución, en el siglo XVII, con la monarquía absoluta. Otros autores entre ellos Mousnier y Hartung, opinan que los dos elementos esenciales del Estado moderno: la autoridad única del monarca y el sentimiento de los súbditos de pertenecer a la misma comunidad, están lejos de ser una norma generalizada.
Sin embargo es evidente que comienzan a esbozarse dos características del Estado: el manifiesto deseo de afirmación de la comunidad respecto a otros pueblos y la conciencia de una solidaridad que trasciende lo local. Por otra parte nos parece importante recalcar el papel del monarca como germen y promotor de la unidad necesaria. Si bien lo importante seguía siendo lo más cercano: familia, gremio, ciudad, comienza a despertarse la conciencia de una solidaridad con una comunidad superior: intereses nacionales. El contexto cultural de la época así como ciertas circunstancias históricas, tienden a afianzar esta novedad. Por ejemplo guerras que habían puesto en peligro la existencia de la comunidad independiente. Se puede agregar como antecedente de este sentimiento nacional, el título de la Historia de España, escrita por Alfonso el Sabio, siglo XIII (1221-1284)
La palabra Estado en su actual acepción comienza a utilizarse en el siglo XVI, incorporada definitivamente a la literatura política de Italia. Se va precisando la idea en la que el estado la integra un elemento formal, representado por el orden jurídico, y otro material, el pueblo sobre el que establece el orden jurídico. Tenemos así un Estado-objeto, representado por un conjunto de tierras y hombres. Y un Estado- sujeto, representado por una condición de preeminencia o autoridad jurídica encarnada en un individuo o en un gobierno.
Maravall lo define de la siguiente manera:
“Vemos pues, que la nueva época va a partir de estos supuestos: una organización jurídicamente establecida, objetiva y duradera, con un poder supremo independiente en su esfera de cualquier otro, ejerciéndose sobre un grupo humano determinado y diferenciado de los demás, para la consecución de unos fines de orden natural. Esto es lo que del largo proceso histórico de la edad Media viene a resultar frente al viejo sistema del pontificado y el Imperio. Y eso es ya, aunque teóricamente no esté elaborado de manera total y precisa, el estado; es decir ese nuevo tipo de organización política con que se topa en la realidad Maquiavelo y al que llama justamente así: estado”
Para concluir Vázquez de Prada, establece una idea más sencilla aún, para él lo que parece claro es que a fines del siglo XV, los hombres que viven en una cierta área geográfica e históricamente delimitada, y bajo un mismo soberano, comienzan, en alguna manera, a sentirse solidarios. Me parece importante recalcar la idea de adhesión al soberano, por ejemplo se toman como propios sus triunfos t derrotas.
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Bibliografía sugerida
Le sugerimos leer los siguientes textos para completar y comprender el tema. Como siempre los invitamos a comenzar, por los manuales generales, para ir especificando de a poco, recuerden que el camino que les proponemos es empezar siempre por los apuntes o contenido de clase, luego avanzar con la bibliografía, para concluir con lo más específico. No olviden tener a mano un apartado de dudas y reflexiones propias que los textos van sugiriendo en nuestro camino.
Recuerden, que toda lectura para que sea fructífera debe concluir en una ficha personal, para que quede consignado lo que a lo largo de nuestra tarea vamos realizando. Probablemente volvamos a retomar esta bibliografía, por lo tanto es muy útil poner los medios para no perder el material que vamos elaborando.
VAZQUEZ DE PRADA Valentín. Historia Universal, Tomo VII, Pamplona, EUNSA, 1981, pág. 315- 321
COMELLAS, J.L. Historia de España Moderna y Contemporánea. Madrid, Rialp, 1967.
PEREZ JOSEP. Historia de España. Barcelona, Crítica, 1990. Pág. 117-162
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